Lo que surgió como una broma en una radio al terminar de grabar un anuncio, se convirtió en la fórmula ganadora. La expresión de “Papi a la Orden”, es hoy una marca impresa en la mente de los capitalinos. Nasry Asfura se postula nuevamente para tomar las riendas de la comuna, entre contratos del manejo de desechos sólidos, árboles talados, Ciudad del Ángel, Trans-450, contra la fórmula de «Trabajo, trabajo, trabajo».
Tegucigalpa. Durante siglos los hondureños se han acostumbrado a las promesas sin acción de los políticos; por eso no es de extrañar que cuando un funcionario cumple medianamente la labor por la que se le paga, sea motivo de emoción y exaltación sobredimensionada, el pueblo lo eleva con el lema de “no sé si roba, pero al menos hace; los demás robaban y no hacían nada”. Esa es la algarabía que despierta Nasry Asfura, alcalde de la capital del país.
De origen palestino, sus bisabuelos llegaron a Honduras entre 1911 a 1914. Sus padres son Nasry Juan Asfura y Gloria Zablah de Asfura. Es padre de tres hijas y está casado desde hace más de 30 años con Lissette del Cid. El pequeño Nasry trabajó al lado de su padre, quien era dueño del Almacén “La Fama”, ubicado en la quinta avenida de Comayagüela. En 1964 ingresa al Instituto San Francisco, egresando en 1975, donde obtiene el título de bachiller en Ciencias y Letras. En 1976, se matriculó en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), en la carrera de Economía con el número de cuenta 7600053, la cual nunca terminó.
Mi Primer Tractor
Don Juan Asfura compro un tractor para aplanar un terreno. Al salir de las clases, Nasry iba a ver como la bestia motorizada movía la tierra. Y nació el amor. El joven le dijo a su padre que se haría cargo de la deuda y que le diera el tractor. Pagó una prima de 15 mil lempiras y terminó de costear el préstamo a la agencia Sempé, que distribuía el tractor Komatsu. Encontró más sentido en la maquinaria pesada que en las letras; tomó la decisión y abandonó la universidad.
Colaboró en la Administración de Rafael Leonardo Callejas, en 1990; posteriormente con Ramos Soto y el expresidente Ricardo Maduro. El gusto que no encontró en la UNAH, lo descubrió en la política. Desde que ingresó al Partido Nacional no ha parado en la búsqueda de cargos públicos.
En 1998, Honduras es abatido por uno de los peores desastres naturales, el Huracán Mitch, que dejó la infraestructura en los suelos, pérdidas económicas impagables y miles de muertos. Nasry Asfura, que colaboraba con el alcalde nacionalista César Castellanos, proporcionó alrededor de 20 máquinas para trabajar de forma gratuita durante aproximadamente un mes y medio.
BTR, no Trans-450
El mismo año que “Tito” Asfura puso a servicio su maquinaría después del Huracán Mitch, ganó la licitación para recolectar la basura en Tegucigalpa y San Pedro Sula. El concurso internacional tuvo la presentación de propuestas de compañías de Canadá, México, Costa Rica y Honduras. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) intervino porque había un préstamo con número 1024, donde condicionaba apoyo a las municipalidades previo a dar el manejo de la recolección y manejo de los desechos sólidos. Nasry asegura que vendió la empresa y que ya no se encarga de la recolección.
En el 2004, Miguel Pastor ofrece la candidatura a la Alcaldía de la capital a Nasry, la que perdió y consecuentemente trabajó como regidor. En el siguiente período fungió como diputado al Congreso Nacional. Posteriormente, en la administración del expresidente Porfirio Lobo Sosa, laboró 19 meses en el Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS), luego volvería al parlamento y sería hasta las elecciones del 2014 donde fue proclamado alcalde de la capital.
El alcalde de la principal ciudad del país considera que la diferencia entre las obras que él construye y las que hizo su antecesor Ricardo Álvarez radica en el buen contribuyente que ha aumentado sus aportaciones en un 55 por ciento, esto sin aumentar los impuestos o crear cargas tributarias nuevas. En entrevista exclusiva con EL PULSO asegura que el Trans-450, es funcional, que las condiciones de infraestructura de la ciudad no permiten que se aumente el tráfico vehicular y que se debe apostar por un servicio público eficiente, aclarando que no es Trans-450, sino Bus de Transporte rápido (BTR). Considera que no ha destruido las vías del de ese servicio público, sino que lo está ampliando.
“Vos decís que lo estamos destruyendo, porque hemos quitado 2 mil metros de bordillo, lo que pasa que en la administración anterior no tenían el dinero para hacer las ampliaciones que nosotros estamos haciendo, estamos reconstruyendo las calles, pero yo te aseguro que el BTR, va a funcionar porque la ciudad lo necesita. Me encanta trabajar, me emociona trabajar.”
Nasry considera que los hondureños necesitan que los escuchen, que el secreto en la política no está en los grandes discursos elocuentes, sino en la capacidad que tiene el funcionario de respetar las contribuciones económicas y transformarlas en obras que les faciliten la vida. “No importa quien gobierne, la gente lo que espera es que le resuelvan los problemas, y nosotros los funcionarios debemos entender que el dinero del aportante se debe manejar de manera correcta y como no lo voy a entender si tengo más de 40 años de saber lo que vale en dinero y que tengo que cuidarlo más que el mío”.
El alcalde promete que si los capitalinos lo vuelven a llevar a la comuna, invertirá más que solo en infraestructura, se enfocará en el tema agua y saneamiento, mercados, transporte público, ambiente e incrementar el factor social.
El Ángel Caído
El proyecto Ciudad del Ángel es uno de los temas más emblemáticos en los últimos años. Cientos de personas perdieron su dinero y vivienda por la mala gestión de riesgo en el proyecto, donde las casas se desplomaron y destruyeron. El ex gerente general del proyecto habitacional José Santos Arias Chicas, quien es prófugo de la justicia hondureña, aseguró que fue usado como “chivo expiatorio”.
Arias dijo que las autoridades de la capital aprobaron la construcción de las viviendas con todos los permisos correspondientes y que en ese momento fungía como regidor, Nasry Asfura, quien recomendó la construcción del proyecto. “El actual alcalde recomendó la construcción de la ciudad del ángel, la alcaldía aprobó el proyecto”.
El terror de Natura
Distintos ambientalistas y población en general han mantenido durante cuatro años una batalla en contra de la masacre que el alcalde capitalino ha hecho contra los árboles ubicados en distintos puntos de la ciudad. Un ejemplo es la destrucción de más de 10 árboles históricos en el Parque la Leona, para la construcción de “parques recreativos” que promueve el presidente Juan Orlando Hernández. Algunos de estos árboles tenían más de 100 años de vida.
La escultura de Cemento
Indiscutiblemente Nasry Asfura, aunque cuente con el apoyo de muchos capitalinos, deja distintos espacios que los opositores políticos aprovechan. El actual edil ha invertido su tiempo en las infraestructura y el cemento, olvidando que las calles de la ciudad están obscuras, la inseguridad es un tema que golpea a diario y la dificultad del acceso al agua en la mayoría de colonias de la ciudad. Concluyen los cuatro años de su período y las filas de tráfico son interminables; la política de «trabajo, trabajo, trabajo» tiene desorden, haciendo que los conductores gasten más combustible.
Sumado a esto, muchas de las obras, aunque son atractivas, no tienen la funcionalidad que deberían según algunos expertos. Se tiende a construir túneles espaciosos y en la parte superior accesos angostos que provocan congestionamiento vehicular. Los candidatos a alcaldes han detectado estas debilidades y es donde han enfocado sus esfuerzos en sus propuestas.
Aunque no publicite las obras como sus antecesores, los medios de comunicación no dudan en darle cobertura a cada evento y no pierden la oportunidad para entrevistarlo. Hay tanta confianza que Nasry no pierde oportunidad para agradarlos. Hace alguna llamada después de la entrevista y pasa el teléfono al comunicador. Otros conocen bien la colonia Bernardo Dazzi.
El carisma y la sencillez de un hombre de pocas letras han emocionado a los capitalinos, que muchos no dudarán en votar por su propuesta. La disponibilidad de atender las necesidades de los que se le acercan y hablar por tres teléfonos al mismo tiempo, lo convierten en un político distinto. Verlo supervisando obras a altas horas de la noche y trastocar el sueño de su equipo es lo de menos para el edil. Sin duda, en unos años se construirán estatuas de cemento en su honor. (JS)