Colombia pidió el miércoles a la comunidad internacional que respalde su solicitud para que Cuba extradite a 10 jefes de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que están en La Habana y someterlos a la justicia tras un ataque con un carro bomba que dejó 21 personas muertas en una academia policial.
El presidente Iván Duque reactivó las órdenes de captura contra los líderes del ELN y pidió a Cuba extraditarlos, acabando por ahora con la esperanza de una negociación política para poner fin completamente al prolongado conflicto armado que ha dejado 260.000 muertos.
«Espero que la comunidad internacional nos siga rodeando con un solo propósito: El terrorismo es una amenaza global y el terrorismo necesita que la justicia se aplique con todo el peso de ella y que haya sanciones ejemplarizantes», dijo Duque en Davos, Suiza, donde participa del Foro Económico Mundial.
La solicitud provocó división entre los países garantes de la negociación de paz entre el grupo rebelde y Colombia.
Duque justificó su decisión diciendo que el ataque de la semana pasada en una academia policial de Bogotá, que se atribuyó el grupo guerrillero, fue una acción terrorista. Pero el ELN, que cuenta con unos 2.000 combatientes, aseguró que fue un acto legítimo de guerra.
Cuba negó la solicitud de Colombia para capturar y extraditar a los negociadores del ELN y anunció que aplicará los protocolos acordados para una eventual ruptura de la negociación que el grupo rebelde mantuvo durante meses con el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos.
Posición de países garantes
Cuba fue durante meses sede de las conversaciones de paz entre el gobierno Santos y el grupo rebelde, por lo que varios negociadores del ELN permanecen en la isla. Chile, Brasil, Noruega y Venezuela son garantes de la negociación.
Duque reiteró el martes su llamamiento para que el gobierno cubano arreste y extradite a los negociadores del ELN en la isla. El gobierno cubano ha declarado que pretende seguir el protocolo previamente acordado para una ruptura en el diálogo. Otro de los países garantes, Noruega, dijo que también tiene la intención de cumplir con el acuerdo, mientras Chile respaldó la decisión de Colombia de llevar a la justicia a los responsables del ataque.
«Noruega debe cumplir sus promesas», escribió el ministerio de asuntos exteriores de la nación en una carta a funcionarios colombianos obtenida por The Associated Press.
«Tenemos una buena relación con el gobierno noruego. Yo lo que le pido a ese gobierno y a todos los gobiernos es que entiendan que lo presentó la semana pasada no es una discrepancia de posiciones, lo que se presentó es un crimen internacional que acabó con las vidas de muchos jóvenes indefensos, desarmados», explicó Duque desde Davos.
Venezuela y Brasil no se han pronunciado hasta el momento.
El gobierno de Duque anunció esta semana que no reconoce los protocolos porque jamás se sentó a la mesa de negociación con el ELN ante la negativa del grupo para liberar a las personas que mantiene secuestradas y suspender los ataques.
Pero en concepto de algunos analistas y expertos en derecho internacional, Colombia debe respetar los protocolos porque fue un compromiso de Estado más que de gobierno.
Los funcionarios colombianos argumentan que el protocolo ya no tiene peso porque fue firmado por un gobierno anterior y que, según los acuerdos internacionales, se exige a Cuba que coopere para garantizar que los responsables de un ataque terrorista sean considerados responsables.
El distanciamiento entre el Gobierno y el ELN, considerado como un grupo terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, ha provocado temores de un aumento de la confrontación.
El protocolo para una pausa en las conversaciones de paz permite a los negociadores con el último grupo rebelde restante de Colombia viajar a casa a través de Venezuela. También requiere que los militares detengan cualquier actividad contra los baluartes rebeldes preidentificados por un período de 72 horas durante su regreso.
La voz del ELN
El negociador principal del rebelde Ejército de Liberación Nacional de Colombia ha negando el conocimiento anticipado de un ataque con bomba en una academia de policía y exige que el gobierno colombiano permita que los negociadores regresen sanos y salvos de Cuba.
Pablo Beltrán, jefe de la delegación de paz del grupo, dijo que su equipo no sabía que el ejército rebelde estaba planeando el ataque.
Pidió a Colombia que siga el protocolo acordado por el gobierno y los negociadores del ELN que permite a los líderes rebeldes regresar de Cuba en caso de que las conversaciones de paz se desmoronen. El documento firmado por los negociadores líderes de cada lado otorga a los miembros del ELN 15 días para regresar a sus campamentos en la jungla con garantías específicas para su seguridad.
«No estábamos involucrados», dijo Beltrán en una entrevista el lunes con Telesur, una red dirigida por Cuba, Venezuela y otros gobiernos de izquierda de América Latina. «Vamos a insistir, hasta el último día, en que el gobierno brinde garantías para nuestro regreso».
Líderes rebeldes han estado en la isla por conversaciones de paz con el gobierno colombiano para terminar con más de cinco décadas de conflicto. Los miembros del ELN en Colombia han declarado que fueron responsables del peor ataque terrorista en los últimos años.
Fuente: VOA