El abogado Enrique Ortez Sequiera, precandidato presidencial por el Partido Liberal, Ex Magistrado del Tribunal Supremo Electoral durante el golpe de Estado, Ex Regidor de la Alcaldía del Distrito Central y heredero de uno de los clanes más importantes de su partido —cuatro generaciones de Enrique Ortez alimentan los libros de Historia de nuestro país, entre ellos su padre Enrique Ortéz Colindres, canciller del gobierno de Roberto Micheletti en 2009 y su abuelo, Enrique Ortéz, ministro de educación del gobierno de Juan Manuel Gálvez—. Crítico de lo que califica como «el lado oscuro del partido Liberal», ha sido uno de los cuadros más importantes que ha apoyado la gestión de Luis Zelaya al frente del Comité Central Ejecutivo del PL.
Ortéz nos recibió en su despacho en una de las modernas torres de Tegucigalpa. Un hombre amigable, genera confianza con su sentido del humor. Atrás de su buró guarda todos los documentos de su gestión al frente del TSE, como una prueba de su gestión en lo que él califica como uno de los momentos más difíciles de su carrera.
«Cuando gana Carlos Roberto Reina a Ramos Soto (en 1994), yo era su secretario privado. Al asumir la presidencia me nombró como representante del partido en el Tribunal Electoral. Allí fui representante para las elecciones de 1998, que es la que gana Carlos Flores. Dato curioso es que Flores en aquel entonces, porque la ley lo permitía, iba de candidato a la presidencia y candidato a primer diputado en las elecciones internas. Ya Mel era diputado en el gobierno de Reina que lo había nombrado director del FHIS. Cuando Flores es nombrado candidato oficial, él debe dejar uno de los sombreros y queda la vacante del primer diputado de Francisco Morazán. Su diputado suplente era Manuel Zelaya Rosales, pero Flores nominó a Ramón Villeda Bermúdez descartando a Zelaya. Mel luego llegó a un arreglo con Flores para seguir siendo director del FHIS.
Manuel Zelaya sale de la corriente de Carlos Montoya, él fue su padrino político. Después Reina lo llevó otra vez de candidato a diputado, él tenía un parentesco con el doctor Reina. Cuando Carlos Roberto Reina fue electo presidente de la República, empezó a surgir una pugna por quién iba a ser el presidente del Congreso Nacional, a pesar que ya había un arreglo con Carlos Flores para que él fuera el presidente a cambio de ceder su candidatura y dar sus estructuras al reinismo para que el doctor Reina llegara a la presidencia. Aparece Jorge Arturo Reina y comienza aquella gran movilización de intereses para elegir a Jorge Arturo como presidente del Congreso.
Allí Mel tomó partido con Jorge Arturo Reina, pero quien resultó electo fue Carlos Flores. Reina entonces le da la gerencia del FHIS, creo yo, con el interés de irle creando un perfil de proyección nacional que obviamente le sirvió después para ser candidato y luego presidente de la República.
Sin duda alguna, los años que tuvo de proyección con el FHIS le sirvieron a Mel para ser candidato. Porque el FHIS tenía plata. Eso le trajo problemas además con Carlos Flores, que en una reunión dijo que quién quiera ser candidato que renuncie.
Esa pelea entre Mel y Flores viene porque Mel apoyó a Jorge Arturo (cuando la elección del presidente del CN). Flores necesitó aliarse con Jaime Rosenthal para lograr la presidencia del congreso.
Cuando Mel gana la presidencia de la República, gana con una característica muy especial. El tribunal lo declaró electo con 10 urnas. Pepe cuestionó el resultado y el tribunal tuvo que reconocer que no le llegaron a su poder más de 1000 actas. Gente que conoce algunas cosas dice que hubo un acuerdo con Pepe. Pepe para aceptar el gane de Zelaya, porque habían unos que le andaban calentando la cabeza para que se fuera en amparo a la Corte Suprema que era nacionalista, negoció con Mel para nunca tuviera el millón de votos. Es por eso que Mel nunca sobrepasó el millón de votos en las elecciones de 2005.
Aparentemente, como faltaban muchas actas, hubo también la oportunidad de negociar muchos diputados y en esa negociación es que entra Edmundo Orellana que no había logrado entrar, con qué objetivo, con el de que sea presidente del Congreso Nacional.
Cuando Mel va por el apoyo de la bancada en donde Micheletti era jefe, previo a su candidatura, Micheletti pide como condición que si Mel gana, él iba a ser presidente del Congreso. Mel acepta. Después no le gustó Micheletti sino que andaba buscando a Edmundo Orellana y hay un juego de fuerzas adentro del partido que terminaron doblando el brazo a Mel Zelaya para que cumpliera el pacto que había.
Micheletti empezó a mover su candidatura a la presidencia a través del Congreso. Originalmente Elvin estaba de acuerdo con esa candidatura. Pero a Elvin le alimentan la posibilidad de ser candidato y viene toda la historia que conocemos. No podría asegurarles quién le dijo a Elvin que fuera candidato, yo lo apoyé una vez que decidió lanzarse y enfrentar a Roberto Micheletti.
Había mucha gente que no quería que Elvin fuera el candidato, llegaron a proponerle que si apoyaba a Roberto Micheletti él sería el próximo. Incluso el candidato que Mel apoyó para la presidencia fue Roberto Micheletti, si recuerda Mel incluso levantó la mano de Micheletti y dijo aquella frase de «Juntos somos invencibles» y Elvin Santos les ganó a los dos juntos.
Había fuertes presiones para que la vicepresidenta de Elvin fuera Patricia Rodas y eso nunca lo aceptó Elvin, porque pensaba él que si ganaba y Patricia era la vice presidenta, rápidamente se iban a deshacer de él, que le iban a ocupar los cuadros desde el congreso y que lo iban a debilitar.
Para ese tiempo se tenía ya la idea que Mel era una amenaza y se concluye que la única forma de detener a Mel era con un congreso fuerte y con un partido que no controlara Mel. Ven entonces que el partido iba a estar con Elvin y el congreso alrededor de Roberto Micheletti, logran así moverse para que sea Micheletti quien controle tanto el partido como el congreso, como una figura fuerte para detener a Mel con su idea de Cuarta Urna y así es como aparece Micheletti como presidente del Central Ejecutivo.
Cuando eso sucede, yo hablé con Elvin y le dije que creía que él debía asumir la presidencia del Central Ejecutivo y no lo hizo. Acordamos que yo me iba a retirar de la campaña y le pedí que me mandara al Tribunal Supremo Electoral, en donde ya tenía experiencia. Para entonces Elvin tenía garantizada la victoria, estaba a 20 puntos arriba de Pepe, al punto que hubo incluso intención de sustituir a Pepe Lobo como candidato por Ricardo Álvarez, porque Pepe no levantaba. Yo solo iría al Tribunal a garantizar que no le robaran la victoria a Elvin Santos.
Con el proyecto de la Cuarta Urna el TSE nunca quiso involucrarse. El TSE se involucra por un mandato de la CSJ, porque empieza a salir publicidad de la Cuarta Urna que la prohibía la ley. La ley prohibe la publicidad anónima y la que salía de la Cuarta Urna nadie se responsabilizaba de ella. Fue un tema controversial en donde se llamó al director del INE, hay un acta en donde dice él que nunca el INE pagó la publicidad entonces se para. Después salió la publicidad cambiada con la responsabilidad de la presidencia de la República.
Cuando la CSJ se da cuenta del proceso del consulta, manda a informar al TSE que debía decomisar el material de la Cuarta Urna a través de la Fiscalía. El TSE nunca se involucró en el proceso hasta que vino la orden para determinar su posición si la consulta era legal o ilegal. Los procesos de consulta en aquel momento como ahora le corresponden únicamente al TSE. Nosotros lo que dijimos es que el INE no puede hacer un proceso de consulta de esa naturaleza. La CSJ, al igual que el TSE determinó declarar ilegal el proceso de consulta y ordenó el decomiso del material.
La consulta no es que no se podía hacer, no se podía hacer a través del INE. Únicamente el TSE podía hacerla. Ahora, el ejecutivo argumentó en aquel entones que ellos sí podían hacer consultas al pueblo bajo la ley de participación ciudadana, pero nada costaba que lo pidieran al TSE, pero como ellos no controlaba el TSE…
Los que juegan un poquito a la brujería electoral decían que la interpretación de la consulta era que si decía que sí, inmediatamente íbamos a ir a una Asamblea Nacional Constituyente. Habían incluso ya nombres de los constituyentes.
La gran pregunta es, ¿por qué un elemento tan sencillo de consulta generó un conflicto así?
La convocatoria a elecciones se hizo cuando Mel, como una continuidad al proceso interno que había pasado ya en 2008. Esto es importante resaltarlo porque cuando Oscar Arias, después que se diera el golpe, preguntara que por qué debían hacerse las elecciones (en noviembre), nosotros argumentamos que el proceso electoral no comenzaba en la convocatoria a las elecciones generales, sino en el proceso interno que culminó el noviembre de 2008 y lo que estábamos haciendo era dándole continuidad. Eso sirvió de fundamento para darle un fondo de legalidad a lo que estábamos haciendo.
Lo más sencillo era no ir a elecciones. Cuando se dan los acontecimientos de junio no teníamos ni un peso. Fue hasta agosto que comenzamos a recibir los fondos para preparar las elecciones.
Había presión para que no hubieran elecciones porque había habido una ruptura del orden constitucional. Nosotros argumentamos que siempre cuando hay rupturas del orden constitucional es con elecciones que se recupera. Lo más sencillo hubiera sido que no hubieran habido elecciones y que Micheletti se quedara dos años más. Pero seguir las elecciones lo más pronto posible nos permitía recuperar la legalidad.
La comunidad internacional que no se retiró después del golpe lo hizo dos meses después, con la idea de que no hubiera elecciones, había mucha presión por todos lados.
Las elecciones fueron un milagro. No había plata, no había logística, no había forma humana de hacerlas y la forma como se hizo, que fue un proceso rápido, sin incidentes y con todo controlado, es un milagro.
El tribunal tomó como determinación tratar de incorporar la mayor cantidad de personas en todo el proceso, y de todos los sectores: iglesias, empresa privada, campesinos. Fue el proceso electoral en donde más credenciales de observación se entregaron a todos los sectores, de izquierda, de derecha, porque estábamos convencidos de que la única forma de sostener el proceso era que fuera un proceso transparente, sino no se hubiera sostenido.
Yo le garantizo a ustedes que si las elecciones de 2009 hubieran sido como las de 2013, Honduras no sale de la crisis. No hubiera habido manera posible de que Porfirio Lobo hubiera asumido el poder.
Las rutas para entregar las urnas fueron decretadas secretas porque existía el temor de que no pudieran llegar a su destino. Iban en furgones civiles, sin distintivos, para que no se reconocieran. No iban militares para no llamar la atención. Nos jugamos el pellejo yendo en secreto. Las urnas fueron y regresaron sin incidentes. ¡Incluso las imprenta que iban a imprimir las papeletas eran secretas! Con que se hubieran tomado una imprenta, no habrían habido elecciones, no teníamos nada qué hacer.
Cuando hablamos de que fueron las elecciones más votadas de la historia y se dice a la vez que fueron las elecciones con mayor abstencionismo, ambas cosas son ciertas. Más votadas, porque hubo más gente que votó en esas elecciones comparado con las elecciones anteriores; la diferencia con el abstencionismo es porque el censo creció. O sea, más gente votó pero hubo a la vez mayor abstencionismo por el crecimiento del censo.
Fue todo muy complicado. En ese momento quedamos solos en el TSE. Fueron 4 personas las que se echaron el proceso electoral encima. Si usted me pregunta qué es lo que facilitó el proceso electoral, fue que el TSE fue realmente independiente. No recibimos llamadas de nadie, todo mundo estaba aterrorizado porque no sabían qué iba a pasar. Hubo muchos actos de cobardía de unos que se dicen ahora muy valientes. Hubo amenazas, incluso el jefe de seguridad del TSE apareció muerto y en el pecho tenía clavada la lista de los que iban a matar y entre ellos estábamos nosotros, del TSE. Había una necesidad de un cuerpo colegiado, debimos trabajar con los otros magistrados de forma unificada porque necesitábamos que el proceso saliera bien, porque si alguien ganaba pero el proceso no salía bien, era como que no hubiéramos hecho nada.
Tuvimos el incidente de la transmisión de resultados, pero ese tribunal fue cuando más rápido en la historia dio los resultados. Si nosotros en 2009 hubiéramos dado los resultados a la 1 o 2 de la mañana como lo hizo este tribunal (de 2017), el resultado hubiera sido desastroso. A las 9:30 dimos los resultados y lo hubiéramos podido dar antes, pero el sistema colapsó con la ratificación de los datos. Era demasiada la información que estábamos recibiendo en ese momento.
En ese proceso hubo observación de todos lados. Todos los hoteles estaban llenos durante ese tiempo, la Embajada americana siguió muy de cerca todo el proceso. Aquí estaba todo mundo, solo que bajo de agua. Si hubiera existido el más mínimo indicio de fraude, así como estaba la cosa en ese momento, todo se hubiera dado vuelta. No hubo controversia con el resultado, no hubo ningún incidente. Mel no se estaba jugando la candidatura, era Elvin, incluso creo que hubo un alto grado de satisfacción de que se castigara a Elvin porque no había apoyado a Mel. Porque cuando usted va 20 puntos arriba y se le voltea la tortilla, no es porque el otro candidato sea popular, es porque los liberales se resintieron y siguen resentidos.
El golpe de Estado se dio en Honduras porque se revivió la época de la guerra fría: los de izquierda contra los de derecha. Hubo miedo de que vinieran los de izquierda y ese miedo lo aprovecharon los de derecha. Se volvió a activar el conflicto Rusia-Estados Unidos en la mente de la gente, el socialismo del Siglo XXI y eso generó miedo, porque no se produjo el mismo fenómeno cuando Juan Orlando, fue porque Mel generó demasiada contradicción cuando su presidencia y le tuvieron miedo».