TEGUCIGALPA, Honduras
Analistas señalaron que existe falta de voluntad política e improvisación para solucionar la problemática y corrupción en el sistema penitenciario de Honduras.
El titular del Movimiento de los Trabajadores de la Policía de El Salvador, Marvin Reyes, expuso que el amotinamiento suscitado en la cárcel femenina de Támara demuestra el control del crimen organizado en estos recintos.
“Esto nos indica que hay niveles de corrupción muy altos en sistema carcelario de Honduras porque ningún interno puede tener un arma de fuego. Eso expone que existe mucha vulnerabilidad y se debe declarar una emergencia nacional en todos los centros penitenciarios”, expresó.
Agregó que al permitir privilegios a los reclusos solo genera que se aumente la corrupción, por tanto, también debe priorizarse la depuración de los guardias penitenciarios.
“En El Salvador se cambiaron se depuró el sistema carcelario, los operadores fueron cambiados tanto directores como la plantilla de agentes. Se quitaron los privilegios de los reclusos, no hay visitas. No hay señal, ni corrupción, todo esto se ha hecho rápido con decisión política que es lo que falta en Honduras”, dijo.
«FRACASO». Para el criminólogo, Gonzalo Sánchez, han fracasado diferentes factores como los escáneres, las cámaras y el recurso humano.
“El problema es la corrupción, mientras no se combata a lo interno de los centros penitenciarios vamos a seguir con este problema… Ya tuvo la administración la Policía Nacional, los militares, se lo devolvieron a la policía y ahora vuelven los militares, entonces falla el personal humano”, señaló.
Precisó que el crimen organizado conoce como sobornar a los elementos penitenciarios, principalmente por el bajo salario que perciben.
“Es tentador que un policía que gana diez mil lempiras, el crimen organizado le dice que por introducir un celular o arma le da hasta 100 mil lempiras, sucumbe ante eso”, acotó.
«IMPROVISACIÓN». Por su parte el analista Raúl Peña expresa que la administración de la Policía Militar queda con el beneficio de la duda porque antes ostentó el mando en los centros penales.
“Vamos de improvisación en improvisación en este gobierno, todos conocemos el pleito entre policías y militares por dirigir las cárceles. No se puede tapar el sol con un deudo ese es un negocio millonario”, declaró.
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