La Administración de Control de Drogas de EE.UU. sostuvo que la condena a cadena perpetua del exparlamentario Juan Antonio Tony Hernández (DEA) manda un mensaje fuerte a quienes pretendan introducir estupefacientes al país del norte.
Una de las jefas de la agencia antinarcóticos, Wendy Woolcock, señaló que lo ocurrido con el exlegislador es un recordatorio de que “no existe una posición lo suficientemente poderosa como para protegerte de enfrentarte a la justicia cuando violas las leyes estadounidenses”.
“La condena y sentencia de Tony Hernández es un recordatorio de que no existe una posición lo suficientemente poderosa como para protegerte de enfrentarte a la justicia cuando violas las ley… al enviar toneladas de cocaína a nuestro país», dijo la funcionaria.
Añadió que el condenado abusó de su posición de alto rango en el gobierno hondureño «para apoyar el tráfico de drogas que es tan nefasto como parece».
“El excongresista estuvo involucrado en todas las etapas del tráfico de varias toneladas de cocaína rumbo a EE.UU.”, señaló por su parte la fiscal federal Audrey Strauss.
“Hernández sobornó a funcionarios encargados de hacer cumplir la ley para proteger los envíos de drogas, organizó una seguridad fuertemente armada en el transporte de cocaína y negoció grandes sobornos de los principales narcotraficantes a poderosas figuras políticas, incluidos los presidentes anteriores y actuales de Honduras», dijo.
La DEA informó en el comunicado que el caso de Tony está siendo procesado por la Unidad de Terrorismo y Narcóticos Internacionales y los fiscales que participaron en el proceso fueron Amanda Houle, Matthew Laroche y Jason Richman.
Cabe recordar que Hernández fue arrestado en octubre de 2018 en el aeropuerto internacional de Miami cuando pretendía regresar a Honduras; un año después estaba siendo juzgado por cuatro delitos de narcotráfico, por lo que fue hallado culpable por un jurado.
Según los fiscales federales, Hernández participó en la importación de al menos 185 mil kilogramos de cocaína, pagó sobornos a altos funcionarios y autorizó dos asesinatos de rivales que le disputaban el control de las rutas de los narcóticos.
De acuerdo a la justicia de EE.UU., el reo comenzó su carrera criminal en 2004 cuando brindaba información confidencial sobre las fuerzas del orden y el ejército a los principales narcotraficantes hondureños Víctor Hugo el Rojo Díaz Morales y Héctor Emilio Don H Fernández Rosa.
Respecto a Díaz Morales, Tony le dio datos cruciales sobre las operaciones de las fuerzas de seguridad y defensa para evadir controles mientras trasegaba fuertes cargas de cocaína.
También se le señala de haberse sumado al exalcalde del remoto poblado copaneco de El Paraíso Alexander Ardón, quienes se habrían dedicado a pagar fuertes sumas de dinero a exgobernantes a cambio de no molestarlos.
