TEGUCIGALPA, Honduras
«Seguiremos luchando contra la corrupción. Quienes deben callar son los cobardes, no las voces valientes de las y los hondureños que trabajamos para heredar una Honduras digna de llamar madre patria. Esta batalla es de todas y todos, no nos detendrán».
De manera desafiante, la titular del CNA, Gabriela Castellanos, se pronunció a través de Twitter luego que se revelaran supuestas amenazas de muerte en su contra.
Desde EE.UU., donde sostendrá encuentros durante esta semana, la responsable de la oficina anticorrupción fue lacónica, pero a la vez frontal, luego que el domingo algunas fuentes afines a ella aseveraron que tuvo que salir del país.
No obstante, se abstuvo de pronunciarse luego que el presidente de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS), Marcio Sierra, saliera a desmentir las posibles amenazas.
«Esa noticia es falsa. Viajamos en el mismo vuelo a Miami y Washington el día de hoy y me dijo que venía a la OEA en representación de la Sociedad Civil a unas reuniones», dijo el alto funcionario a través de un tuit.
La noticia generó desde alarmantes hasta viscerales reacciones, tanto desde actores civiles leales a Castellanos, hasta feroces críticos de su mandato, lo que evidencia el alto nivel de incidencia que tiene la abogada en la sociedad.
En los últimos días, la personaje ha mantenido una fuerte controversia tras publicaciones sobre denuncias de nepotismo en el gobierno que dirige Xiomara Castro.
En su momento, el asesor legal del Ejecutivo Enrique Flores Lanza reveló que los ataques de Castellanos obedecían a que le negaron cualquier respaldo para que pudiera aspirar a convertirse en la titular del Ministerio Público.
«Gabriela Castellanos nos ataca porque no quisimos apoyarla para ser fiscal de la república», sostuvo Flores Lanza.
Comentó en aquella oportunidad que Castellanos fue nombrada directora del CNA por tener una «amistad íntima» con el extraditado Juan Orlando Hernández.