Juan Orlando Hernández se enfrenta a pena de cadena perpetua por narcotráfico

TEGUCIGALPA, Honduras 

El expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, fue declarado culpable este viernes por un jurado de la Corte del Distrito Sur de Nueva York (EE.UU.) por narcotráfico.

«Por el delito de conspiración para importar sustancia controlada a los EE.UU., hallamos al acusado, Juan Orlando Hernández: culpable», condenó inicialmente el juez Kevin Castel.

Luego fue sentenciado por uso o portación de armas de fuego, ayuda a instigar el uso y el porte y la posesión de armas de fuego; así como por conspiración para usar o portar armas de fuego incluyendo ametralladoras y dispositivos destructivos.

Es decir, fue condenado por todos los delitos que afrontaba en territorio norteamericano tras una resolución unánime por parte del jurado.

El martes pasado, el exmandatario hondureño (2014-2022) rechazó que protegiese a miembros de cárteles de la droga a cambio de millones de dólares en sobornos.

Su testimonio sucedió al de presuntos narcotraficantes que esperan obtener beneficios procesales por su cooperación con la justicia estadounidense, quienes afirmaron que el exdignatario recibió dinero de los capos de la droga y que dichos fondos le ayudaron a ascender en su carrera política.

Estas declaraciones fueron desmentidas por Hernández, quien aseguró haber trabajado contra los intereses del narcotráfico porque «le hicieron mucho daño» a su país, negó haber aceptado coimas de los narcotraficantes y se autopromocionó como un líder que colaboró activamente con EE.UU. en su cruzada contra las drogas.

«Los narcotraficantes no tienen partido, nos apoyaban a todos», aseveró Hernández, aunque luego se corrigió: «O al menos lo intentan».

Hernández, que espera ahora a que el juez Kevin Castel dicte su sentencia, se convertirá así en el mandatario latinoamericano de mayor rango juzgado por narcotráfico tras el caso del panameño Manuel Antonio Noriega, condenado en 1992 en un juzgado de Florida a 40 años de cárcel por sus conexiones con el cartel de Medellín colombiano.

Hernández escuchó estoico la sentencia, sin ningún gesto, pero al levantarse de la silla y salir de la sala, se volteó hacia el público, miró a sus dos cuñadas -su esposa no viajó por haberle negado EEUU el visado- y les dijo: “Soy inocente. Les quiero mucho, díganselo al mundo”.

Medio centenar de hondureños que se encontraban a las afueras del tribunal comenzaron de inmediato a celebrar el veredicto, que puede costar a Hernández varias cadenas perpetuas.

El cargo de “conspirar para importar cocaína” conlleva una sentencia de entre 10 años y la perpetuidad; el de “usar y portar ametralladoras y otros dispositivos destructivos” para introducir droga se castiga entre 30 años y la perpetuidad; y el de “conspirar para usar y portar ametralladoras” para la importación de droga también tiene una pena máxima de perpetuidad.

El juez Kevin Castel ha retenido así los tres cargos que presentó contra él la Fiscalía en nombre del Gobierno de Estados Unidos, que ha dicho en repetidas ocasiones que Hernández “participó en una conspiración corrupta y violenta de narcotráfico para facilitar la importación de cientos de miles de kilogramos de cocaína a los Estados Unidos”.

La Fiscalía sostenía que la actividad narcotraficante de Hernández no se limita a sus dos mandatos presidenciales, sino a toda su carrera política desde al menos 2004, un tiempo en el que utilizó sus cargos públicos, “así como la Policía y el Ejército” para apoyar a las organizaciones de narcotráfico de Honduras, México y otros lugares.

Aunque durante el juicio no se han visto pruebas concluyentes -en forma de videos, audios o comunicaciones interceptadas- que incriminen a Hernández, de 55 años, el jurado ha sido convencido por los testimonios aportados por notorios narcotraficantes que han declarado contra él después de haberse declarado culpables ante la Justicia estadounidense, presumiblemente en busca de beneficios carcelarios. (Con información de RT y agencias). 

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